Como había anticipado este medio, amarró en el muelle Luis Piedra Buena el Guardacostas Stone. La noticia tuvo repercusión nacional y fueron varios los medios periodísticos del país que hicieron referencia a la entrevista que FM Del Viento realizó días atrás con el prefecto Christian Mirabete.
Ser trata de una embarcación de 127 metros de eslora, 16 metros de manga, con una capacidad de desplazamiento de 4.500 toneladas de carga, una velocidad máxima de 28 nudos y con una resistencia de 60 días para una tripulación de 120 personas. Es lo más moderno que hay en el mundo en esta materia. Como se sabe, los norteamericanos no andan con chiquitas.
El problema radica en que, mientras el guardacostas se encuentra amarrado en el Piedrabuena, se desconocen los motivos de su visita. Según Mirabete, el barco viene por cuestiones logísticas, a aprovisionarse de agua y combustible. Cuando le preguntamos al prefecto qué otra información recibió de las autoridades de la Armada o de la Cancillería sobre las actividades del guardacostas, nos respondió que ninguna. Si al jefe de la Prefectura de Madryn le escatiman información, ¿qué queda para el resto de los ciudadanos que no tienen ni jerarquía ni contactos?.
La desinformación y la falta de transparencia pone de muy mal humor a los madrynenses. ¿No se les ocurre pensar a las autoridades nacionales que los vecinos quieren saber quiénes navegan nuestro golfo y qué hacen en él?.
Por otra parte, hay una historia en Madryn con la llegada de buques norteamericanos. Hay un hito que se llama el Madrynazo, que ni la Armada ni la Cancillería deberían desconocer. Por supuesto, que los tiempos han cambiado y el contexto es diferente. Y también se puede entender que, en el marco de esta relación de buenos oficios que el gobierno nacional lleva adelante con Estados Unidos pueda incluirse alguna actividad conjunta. Pero, ¿Por qué lo esconden? ¿Por qué el silencio? ¿Por qué la decisión de no informar nada?.
No somos tan ingenuos como para pensar que un guardacostas, que tiene su centro de operaciones a 9.400 kilómetros de Puerto Madryn, anda por acá solo para aprovisionarse de agua y combustible. ¡Si llegó hasta acá, es porque algo está haciendo!
Aguardamos alguna información oficial, que tarda en llegar. Quizá las autoridades provinciales o municipales logren que Cancillería le aportan datos reveladores. Tal vez los legisladores nacionales puedan hacer los reclamos correspondientes.
Lo único que espera la sociedad chubutense es información y transparencia, algo que atenúe este sentimiento de incredulidad y de sospecha, que se produce cuando no se dice lo que se tiene que decir.