El 10 de septiembre es el “Día Mundial de prevención de Suicidio” y la Organización Mundial de la Salud resalta esta problemática como importante para la salud pública, pero que a menudo está descuidado, rodeado de estigmas, mitos y tabúes. Cada caso de suicidio es una tragedia que afecta gravemente no sólo a los individuos, sino también a las familias y las comunidades. Cada año, más de 703.000 personas se quitan la vida tras numerosos intentos de suicidio, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos.
Romper mitos
En Puerto Madryn en este último tiempo se comenzó a abordar la problemática con distintas acciones y visibilización para romper con estos mitos que están instaurados en la sociedad.
La médica pediatra, Daniela Carmona, forma parte del Comité de mortalidad infantil y adolescente del Hospital zonal de la ciudad que aborda el tema e indicó que “el suicidio es algo social, que nos atraviesa a todos”, y remarcó que “hay que hacer hincapié y empoderar a los lugares donde están los adolescentes, como en los clubes, o actividades de arte”. Además, indicó que hay que estar perceptivos a las actitudes del adolescente que muy probablemente no se a venir a acercar a contarnos.
“Lo que nosotros hacemos es analizar la vida, hacer una línea de tiempo de esa persona desde que nace hasta que se produce el fallecimiento”, analizando que muchas veces hay casos de vulnerabilidad de derechos que se van repitiendo. También resaltó que hay que romper el mitos como el creer que si se habla de suicidio se le crea la idea a la persona, sino que al poner en palabras hace que la tensión baje, intentando que la idea baje la intensidad.
¿Qué pasa en la sociedad que no escucha?
En Puerto Madryn existe el grupo “Buenos Vínculos” que se está conformando para contener la problemática, no sólo a aquellas personas con intentos de suicidio sino también a sus familias y Nélida Taiara es una de sus integrantes. Ella siente que le haría bien ayudar, contando su vivencia luego de perder a su marido hace 22 años cuando él decidió quitarse la vida. En este sentido, mencionó que en todo este tiempo no habló y que a hoy, siendo parte del espacio se permitió “entender desde lo profundo un tema tan vital, que no es solo el partir, sino también preguntarse qué pasa en la sociedad que no escucha. Algo en la sociedad desautorizó al otro a sentir. El sentir es la base de toda una historia que te hace persona”, resaltó.
La experiencia de la familia: “Hoy no es siempre”
María Virginia Rizzardi, es mamá de Gerónimo quien se quitó la vida. Ella destaca que su frase preferida es “Hoy no es siempre. Hoy estamos acá podemos hablar, ayer tuve un día donde tuve momentos en que no estuve tan bien. Pero si estoy segura que solo no se puede salir”.
Virginia destaca la importancia de interesarnos en las otras personas, que el individualismo y la vorágine de las actividades hace que no miremos al otro, por lo que es necesario mandar un mensajito a un amigo que hace tiempo no sé nada.
Sobre su experiencia con su hijo contó que en su caso no hubo señales, pero que después tuvo que salir adelante por su familia y sus hijos, y que en este espacio está empezando a ayudarse ella.
Buenos Vínculos
Este nuevo espacio de contención comenzó a funcionar este año, y está conformado por profesionales y familiares que buscan ayudar de manera solidaria frente a ésta problemática de salud mental que afecta a grandes y chicos. Lucas Guzmán, es estudiante de psicoanálisis y psicología social, y forma parte de la agrupación.
Desde que la OMS declaró al COVID-19 como una pandemia en marzo de 2020, más individuos experimentan pérdida, sufrimiento y estrés. Centrarse en la prevención del suicidio es especialmente importante para crear vínculos sociales, promover la toma de conciencia y ofrecer esperanza. Acercarse a los seres queridos por su salud mental y su bienestar podría salvarles la vida.
El tercer informe regional sobre la mortalidad por suicidio, publicado en marzo de 2021, indicó que este problema sigue siendo una prioridad de salud pública en la Región de las Américas. Los suicidios son prevenibles con intervenciones oportunas, basadas en la evidencia y a menudo de bajo costo. En junio de 2021, la OMS lanzó LIVE LIFE – VIVIR LA VIDA (en inglés y francés), una guía de implementación que consta de cuatro intervenciones clave, para prevenir el suicidio en todo el mundo. Un enfoque multisectorial es fundamental para involucrar a la sociedad y a las partes interesadas en un esfuerzo de colaboración.

Datos clave
- En la Región de las Américas se notificó un promedio de 98,000 muertes por suicidio al año entre 2015 y 2019, siendo la tasa de suicidio en América del Norte y el Caribe no hispano superior a la tasa regional.
- Alrededor del 79% de los suicidios en la Región ocurren en hombres. La tasa de suicidio ajustada por edad entre los varones es más de tres veces superior a la de las mujeres.
- El suicidio es la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 20 a 24 años en las Américas. Las personas de 45 a 59 años tienen la tasa de suicidio más alta de la Región, seguidas por las de 70 años o más.
- El suicidio es la quinta causa más importante de AVAD en las Américas, con un rango de casi nueve veces considerando el porcentaje de la carga total, desde el 0,4% en Antigua y Barbuda hasta el 3,6% en Surinam.
- En 2019, el AVAD ajustado por la edad para ambos sexos más alto es en Guyana, con más de 3200 años por cada 100.000 habitantes, seguido de 1772 años en Surinam y 1462 en Uruguay..
- La asfixia, las armas de fuego, la intoxicación con drogas y alcohol y el envenenamiento con plaguicidas y productos químicos son los cuatro métodos más utilizados para el suicidio, que representan el 91% de todos los suicidios en la Región.