Dos retratos de Rembrandt, que nunca antes se habían exhibido e incluso eran desconocidos para los investigadores de antiguos maestros, fueron hallados en la colección de una familia de Reino Unido cuando especialistas de la casa de subastas Christie’s realizaban una valoración de rutina. El especialista calificó de “extraordinario” que esas piezas estuviesen ausentes en los estudios de obra del maestro holandés. Los retratos, que datan de 1635, saldrán a la venta el 6 de julio en Christie’s, luego de exhibirse en Nueva York y Ámsterdam, con un valor estimado por los dos de entre US$6 y 10 millones.
Generaciones atrás, la familia compró el par de pinturas en 1824, en una subasta de la misma casa. Según Christie’s, desconocían que ambas eran originales confirmadas. “A la familia le gustaron, pero nunca estuvieron seguros de que fueran de Rembrandt y nunca se fijaron en eso”, dijo Pettifer. “Han estado sentados en silencio en esta colección, efectivamente escondidos de cualquier atención”.

Los retratos representan a Jan Willemsz van der Pluym y su esposa Jaapgen Carels, una pareja con conexiones familiares con el artista. El récord de subasta de Rembrandt fue en 2009, cuando el retrato “Hombre con los brazos en jarras” se vendió por 20,2 millones de libras esterlinas.
Rembrandt Harmenszoon van Rijn
( 15 de julio de 1606–Ámsterdam, 4 de octubre de 1669), más conocido simplemente como Rembrandt, fue un pintor y grabador neerlandés. La historia del arte lo considera uno de los mayores maestros barrocos de la pintura y el grabado, el artista más importante de la historia de los Países Bajos.1 Su aporte a la pintura coincide con lo que los historiadores llaman la Edad de Oro neerlandesa, el momento cumbre de su cultura, ciencia, comercio, poderío e influencia política.
Alcanzado el éxito en la juventud, sus últimos años estuvieron marcados por la tragedia y la ruina. Sus dibujos y pinturas siempre fueron muy populares, gozando también de gran predicamento entre los artistas y durante veinte años se convirtió en el maestro de casi todos los pintores neerlandeses.2 Entre los mayores logros creativos de Rembrandt están los magistrales retratos que realizó para sus contemporáneos, sus autorretratos y sus ilustraciones de escenas bíblicas. En sus autorretratos se observa la mirada humilde y sincera de un artista que trazó en ellos su biografía.1
Tenía un profundo conocimiento de la iconografía clásica; en sus pinturas y grabados solía interpretarla en libertad para ajustarla a su experiencia. Así, en la representación de una escena bíblica, solía combinar su conocimiento del texto con su particular concepto de la composición clásica y algunas observaciones anecdóticas de la población judía de Ámsterdam.3 Por la empatía con que retrató la condición humana, ha sido considerado «uno de los grandes profetas de la civilización».4