La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció este viernes el fin de la emergencia internacional por la COVID-19. En Perú, la pandemia acabó con la vida de más de 200 mil peruanos. De acuerdo al organismo, han transcurrido 1221 días desde que se detectó el virus Sars-Cov2 en Wuhan, China. El organismo pidió “no bajar la guardia” en la lucha contra la enfermedad. La pandemia de la covid-19 fue declarada en marzo del 2020.
El director general de la OMS, Tedros Ghebreyesus, anunció este viernes 5 de mayo el fin de la emergencia sanitaria por la pandemia de covid-19 al considerar que la enfermedad se encuentra controlada. “Con gran esperanza, declaro que el COVID-19 ha terminado como una emergencia sanitaria mundial”, resaltó Ghebreyesus.
La pandemia dejó “al menos 20 millones” de muertos en el mundo, casi tres veces más que el balance oficial de la organización, precisó el jefe de la OMS en conferencia de prensa. Los datos oficiales hasta el 3 de mayo pasado contabilizaban poco menos de 7 millones de muertes registradas. La semana pasada el virus “se cobró una vida cada tres minutos, y eso solo en las muertes que conocemos”, agregó.
“Hace 1221 días, la OMS se enteró de un grupo de casos de neumonía de causa desconocida en Wuhan, China. El 30 de enero de 2020, siguiendo el consejo de un Comité de Emergencia convocado en virtud del Reglamento Sanitario Internacional, declaré una emergencia de salud pública de interés internacional por el brote mundial de COVID-19 […] En los 3 años transcurridos desde entonces, COVID-19 ha puesto nuestro mundo patas arriba”, declaró Tedros Adhanom, director de la entidad internacional.
La pandemia por el COVID-19 afectó en gran medida al país peruano. La llegada del virus puso en jaque al Estado peruano y reveló una lamentable realidad: el sistema de salud no estaba preparado para enfrentar los miles de pacientes que llegaban a diario a hospitales y postas para recibir atención integral.
Durante los primeros años de pandemia, los medios de comunicación transmitían dolorosas imágenes del colapso de los establecimientos de salud. Muchas veces, los pacientes no llegaban con vida a los consultorios médicos y fallecían en las calles desoladas por la inmovilización social obligatoria.
Las camas UCI eran las más buscadas. En redes sociales, medios de comunicación y demás, los familiares de los pacientes infectados con COVID-19 intentaban encontrar un espacio en la Unidad de Cuidados Intensivos para salvar la vida de sus seres queridos. A su vez, debían hacer largas colas para rellenar balones de oxígeno. Desgarradoras imágenes aparecían cuando en medio de estas filas se recibían las llamadas que comunicaban el fallecimiento de sus parientes.