sábado, 9 diciembre, 2023

Tres ensayos del célebre autor británico Alan Moore sobre el cómic para adultos, el underground y la ciencia ficción

El nuevo libro de Alan Moore está compuesto por tres ensayos que evocan su mirada sobre tres géneros del cómic.

El underground, la ciencia ficción y la pornografía, tres géneros del cómic bajo la mirada del autor Alan Moore.

La editorial española Barrett edita en Argentina “Cuadernos de humo sagrado”, del autor británico Alan Moore, considerado uno de los mejores escritores de cómics de la historia. El libro está integrado por tres ensayos que acercan su audaz mirada sobre tres géneros: el cómic underground, la ciencia ficción y la pornografía.

Tres ejes, tres mensajes

En el primer ensayo, “Buster Brown en las barricadas”, el autor hace un recorrido histórico y cultural sobre el surgimiento y la consolidación del cómic underground, que a partir de su presencia en importantes revistas del género, construye un discurso político y cultural coherente, un retrato del poder y del cambio social, y una nueva forma rebelde de expresión, en permanente tensión con la influencia domesticadora del mercado.

En el segundo, “El Cadillac de Frankenstein”, describe al género ciencia ficción que, aunque originario de las historias de fantasmas, la poesía del Romanticismo y la política radical, será a principios del siglo XIX, con los avances de la ciencia y la ingeniería, que se podrá contar con textos de ciencia ficción, tal y como se la define en la actualidad.

Por último, en el tercer ensayo, “La venus del cenagal contra los anillos de pene nazis”, Moore se introduce en la historia de la pornografía, rastreando la importancia que la representación de los cuerpos y situaciones sexuales ha tenido, desde tiempos inmemoriales; con las innumerables tensiones surgidas en relación a las distintas instituciones, especialmente el cristianismo.

Sobre Alan Moore

Alan Moore es un influyente escritor británico conocido por su trabajo revolucionario en el mundo del cómic y la literatura. Nacido en 1953 en Northampton, Inglaterra, ha creado obras icónicas como Watchmen, V de Vendetta o La cosa del Pantano. Se caracteriza por desafiar las convenciones del género y abordar temas sociales, políticos y filosóficos con profundidad y estilo literario sofisticado.

Además de los cómics, ha desarrollado su obra con novelas, poesía y guiones. Su obra tiene alto impacto en la industria del entretenimiento y será fuente de inspiración para futuras generaciones de escritores y artistas.

Alan Moore Es Considerado Uno De Los Autores Más Importantes De Cómics.
Alan Moore es considerado uno de los autores más importantes de cómics.

Frases de la obra

Consolidación del cómic underground

“El rápido crecimiento demográfico de las clases medias se reflejó en el cambio gradual de la tira de cómic, sacándola de sus orígenes de conciencia de clase y rehabilitando este medio de mala reputación, para transformarlo en un reconfortante espejo para una nueva audiencia suburbana poco estandarizada y en rápida expansión”.

“En solo unos pocos años, a medida que los jóvenes soldados estadounidenses que se dirigían a la batalla elevaban proverbialmente su moral con las periódicas aventuras del Capitán América o Superman que guardaban en sus mochilas o en sus casilleros, el cómic se fue convirtiendo en un elemento más del paisaje de aquello que finalmente se convertiría en la Norteamérica moderna, otro elemento que parece subrayar una interesante diferencia en la forma en que se percibían los cómics en Gran Bretaña y Estados Unidos”.

“A pesar de la atmósfera general de reprimenda y represión que se había asentado en el campo del cómic durante la década de los cincuenta, todavía existían casos aislados de magnificencia individual que merecen mención”.

Ciencia ficción

“El descubrimiento del género se debe a esta obra de ficción que admitía a la ciencia en su seno y que se basaba en conjeturas sobre los caminos por los que el progreso científico podría conducirnos”.

“Con Frankenstein también asistimos a la Era Eléctrica encarnada en un rabioso monstruo resuelto a destruir a su creador, lo que claramente se podía entender como un punto de vista «malvado», pesimista y horrendo sobre la ciencia y sus posibilidades, que más tarde también se podría encontrar en todas las primeras obras que aún «no se tildaban de ciencia ficción» y que irían apareciendo en la estela de la novela de Mary Shelley a lo largo de las siguientes décadas del Siglo XIX.

Incluso Julio Verne escondió su claramente juvenil entusiasmo por el género en sus ficciones repletas de maravillosos buques submarinos y aviones gigantescos, recordándonos seriamente que estos artefactos siempre podían caer en manos de tecnopiratas y exaltados enloquecidos, personajes a los que sospecho que Verne admiraba secretamente”.

“El año 1950 dio la bienvenida a la publicación de Crónicas marcianas (The Martian Chronicles) de Ray Bradbury, con varias fábulas que refulgían como joyas y que intentaban empujar la ciencia ficción hacia espacios tan conmovedores y encantadores como la poesía”.

“Al año siguiente, la historia de Philip José Farmer titulada Los amantes (The Lovers), con sus exploraciones interplanetarias donde el protagonista se sentía atraído por una planta imitadora extraterrestre que se moría por mantener relaciones físicas con él, puede que se convirtiese en la primera muestra del género que se tomaba el sexo completamente en serio, siendo objeto de una tremenda controversia”.

La pornografía

“La apertura sexual y el progreso cultural casi parecen haber caminado de la mano a lo largo de los primeros capítulos de la historia de la humanidad en Occidente, y no fue hasta el advenimiento del cristianismo, o más específicamente, del apóstol Pablo, cuando nos dimos cuenta de que todos deberíamos estar completamente avergonzados de nuestros cuerpos y de los procesos relacionados con los mismos”.

“Hasta el siglo XIX, la única manera de que un artista pudiese retratar el cuerpo despojado sin riesgo a ser censurado era incluyendo los desnudos dentro de un contexto que fuese o bien clásico o bien bíblico: Eva y la serpiente, Leda y el cisne, siempre y cuando no estuviesen realizando el acto sexual”.

“En general, lo que sucedió durante la década de los setenta fue que las libertades sexuales que tanto había costado conseguir en décadas anteriores y por las que se peleó por motivos ideológicos, se convirtieron, como era previsible, en un mercado en auge listo para ser explotado. Obviamente alentado por el crecimiento de la expresión sexual en el arte durante los sesenta, los fabricantes de películas decidieron que las humildes películas porno se podían rodar con mayores presupuestos”.

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