“Mujeres que no fueron tapa” es un proyecto artivista y feminista que a través de diferentes campañas en sus redes sociales, recopilan datos en busca de la transformación social. Esta semana comenzaron a preguntarles a sus seguidores si habían utilizado Apps de citas para conocer “el amor de su vida”, y las sensaciones que se llevaron de las interacciones. Esta movida se lleva el nombre “Hermana soltá la novela”.
El objetivo de este movimiento feminista según cuentan en su página oficial, “es mostrar la forma en la que la cultura masiva reproduce y construye estereotipos de género y mandatos; desnaturalizarlo y hackearlo; y construir otras narrativas expandiendo las voces e historias de las mujeres que se construyen por fuera de esos modelos e imposiciones”.
Cada campaña ha culminado con la publicación de un libro, que podría considerarse material de estudio para el presente y el futuro, es la lectura de una era. Y así como “Hermana soltá el reloj” y “Hermana soltá la panza” que visibilizaron las formas de opresión que ejerce el mercado sobre los cuerpos, ahora también se pregunta si ¿Las Apps de citas han convertido nuestras relaciones en un supermercado?
El ghosteo (ghosting), y el envío de Packs, paquetes de fotos de contenido sexual, es lo que sus seguidores destacan como habituales en el uso de estas aplicaciones en donde buscan el amor, pero que desde el comienzo ya se percibía que iban a funcionar como citas rápidas.
Con las primeras respuestas las administradoras de la página destacaron que fueron “Miles de testimonios iguales, maltrato, destrato, cosificación, acoso, violencia de género en sus diferentes versiones. Muchas compañeras pensando que estas cosas les pasan solo a ellas, no, hermana, nos pasan y pasaron a todas. Habrá alguna que encontró “al amor de su vida”, felicitaciones, aplauso medalla y beso, habrá otras que se encontraron con varones “diferentes”, buenísimo, pero no es lo que le sucede a la mayoría“.
Realizaron una primera lectura de las “confesiones” realizadas por usuarias, y remarcaron que la sensación general es que hay “Varones que se consideran con derecho a todo eso que se cuenta en testimonios, porque si estás ahí, suponen que tenés que aceptar sus reglas de juego. Todo tiene que ser como ellos quieren y sino no hay nada”.
¿Pero qué es lo que ellos quieren?
Además, analizaron las nuevas formas de violencia de género y el ejercicio del poder. “Si querés, ellos no quieren, si no querés te van a presionar para que quieras, porque de lo que se trata es de ejercer poder sobre nosotras. De imponernos su voluntad, eso es lo que erotiza, hacerte lo que no querés. Lo hacen porque pueden, porque a nosotras nos educan para hacer lo que sea por tener una pareja, para no ser las rotas y las falladas, y a ellos los educan para tratarnos como cosas que se usan para satisfacer sus necesidades del orden que sea. Es duro, pero es lo que es. Necesitamos despertarnos de la peli de Disney”.