Una familia de la localidad de Tolhuin, en Tierra del Fuego, que preparó un asado al horno, y cuando se disponían a comer se llevó una gran sorpresa. Cuando uno de los comensales cortó un chorizo encontró una bala en su interior.
El hombre aseguró que estuvo muy cerca de morderla y hasta de tragarla, pero por fortuna la vio antes. Al principio pensó que se trataba de un pedazo de la picadora de carne, pero cuando la observó con atención, se dio cuenta de que en realidad era una bala.
Una familia realizó la denuncia
Ante ese hallazgo, decidieron tirar todo lo que habían asado, por temor a encontrar “más balas”. La familia realizó la denuncia en Bromatología para que se investigue la línea de producción de la carnicería donde compraron los embutidos.
Según relató el padre de familia, habían comprado 1 kilo de chorizos y unas patas muslo en la reconocida carnicería “Pastoriza” para disfrutar de un asado en familia. Sin embargo, al partir uno de los chorizos al servir la comida, descubrieron con sorpresa e indignación una bala de calibre 22 en su interior.
Un bala calibre 22 fue hallada dentro de un chorizo

Es crucial que las autoridades pertinentes tomen cartas en el asunto y realicen las investigaciones necesarias para determinar cómo es posible que una bala haya llegado a formar parte de un producto alimentario.
La denuncia de esta familia en Tolhuin ha puesto una vez más en el foco la importancia de la seguridad alimentaria, la calidad de los productos y la responsabilidad de los comerciantes en garantizar la integridad de los consumidores. Sin duda, casos como este deben servir como llamado de atención para mejorar y fortalecer los controles y regulaciones en el ámbito de la industria alimentaria.