Se estima que unos 2.500 pasajeros fueron damnificados en los últimos días por las cancelaciones de Flybondi, que se dieron, en muchos casos, a último momento, es decir, sin previo aviso.
Además, a otros usuarios les reprogramaron su vuelo para fechas lejanas. También hubo denuncias por cambios arbitrarios sobre la ciudad de regreso (una joven compró un ticket para volar de Buenos Aires a Mendoza, pero a la vuelta Flybondi la envío a despegar desde Iguazú).
Todo estos problemas surgieron en el inicio de las vacaciones de invierno, y en las redes sociales explotaron los reclamos contra la low cost.
«La incertidumbre no es un buen aliado del turismo y lo que está sucediendo es incertidumbre. Le hemos manifestado a la compañía, que ha esgrimido sus motivos. No es solo un perjuicio para el vecino, sino también para la empresa, que verá resentidos sus niveles de ocupación por no cumplir con los estándares similares a otras aerolíneas que vuelan a la ciudad», señaló en esa línea Marcos Grosso, secretario de Turismo de Puerto Madryn.
El funcionario afirmó que el Municipio se ha hecho eco de la situación, planteándole los inconvenientes a la low cost, aunque resaltó que la problemática excede al Gobierno local. «Es un problema que no se da solamente en Puerto Madryn. Nos han manifestado que están llegando más aviones para poder reforzar la flota y con eso se solucionaría«.
La mayoría de las denuncias señalan que la aerolínea se niega a devolver el dinero de los vuelos cancelados. Esto no sólo corresponde, sino que, además, la normativa exige a la compañía indemnizar a los damnificados.
Flybondi no se ha pronunciado al respecto.
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