Las respuestas concretas a los reiterados pedidos que las cámaras pesqueras realizaron ante el Ministerio de Economía de la Nación, para implementar un tipo de cambio diferencial (dólar pesca) que permita aliviar los efectos del atraso cambiario, entre otras medidas paliativas, aún no llegan y el sector empezó a visibilizar con preocupación y malestar la falta de acciones. «A veces somos muy pacientes y creo que es momento que nos den las respuestas que nos merecemos, hasta por respeto», apuntó el propio Agustín de la Fuente, presidente de CAPIP y uno de los dirigentes que más kilómetros recorrió en búsqueda de soluciones para la actividad patagónica.
En este escenario, no pasó desapercibo el reciente anuncio del ministro Sergio Massa, quien desde la Fiesta de la Vendimia, anunció que habrá un dólar diferencial para la actividad vitivinícola a partir del 1° de abril. Si bien no especificó cuál será el valor al cuál se podrán liquidar las exportaciones, aclaró que la medida comenzará a regir el mes que viene para la vitivinicultura y luego se irán incorporando otros sectores productivos. En el anuncio estuvo presente Juan José Bahillo, secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, a quien Intercámaras de la Industria Pesquera expuso en distintas ocasiones las dificultades generadas por la política cambiaria y económica en vigencia.

Dólar pesca: a la espera de novedades
«Todavía como sector estamos esperando novedades del Ejecutivo nacional. Desde la reunión con Massa en diciembre pasamos a un nuevo encuentro hace un mes con el secretario Bahillo en Buenos Aires y aún no hay nada, creo que es algo distinto que nos pueda cambiar la ecuación económica o financiera para las empresas», repasó De la Fuente en diálogo con FM Del Viento. Desde la propia industria habían manifestado cierto optimismo en comenzar a recibir algunas respuestas para atender lo más urgente, sin embargo de momento eso no ocurrirá, presumen referentes de la pesca.
«Estamos preocupados; ahora empiezan las negociaciones paritarias. Pese a que vemos con buenos focos la presencia de una zafra de langostino provincial extraordinaria, si nos nos acercan y dan las herramientas necesarias para poder negociar, ser competitivos y poder construir un producto con mejor precio se hace muy difícil. No deja de impactar la inflación acá y en Europa, más allá de los planes económicos que España y otros países están llevando a cabo», agregó el referente de CAPIP.
Esta realidad de escalada de precios y un dólar contenido por políticas monetarias que son perjudiciales para el desarrollo de cualquier industria, fue acompañado en 2022 en el sector pesquero por la baja de demanda que se refleja en las estadísticas oficiales de exportación. La caída del euro y la recesión como consecuencia de la guerra en Ucrania generaron una baja en el consumo y los comercializadores europeos del crustáceo, que todavía tenían stock, detuvieron la demanda empujando el precio a la baja, depreciándose en más de mil dólares la tonelada. Esta situación es vista con cautela en Chubut, que está a punto de culminar una temporada histórica en términos de desembarques.

Todos estos dólares de los que hablamos en reiteradas ocasiones llegan al empresario transformados en pesos, según el tipo de cambio oficial, por eso el aumento de los costos impacta de una manera brutal. Además, se le deben sumar los problemas que existen para importar insumos, debiendo recurrir los proveedores muchas veces a un dólar financiero de un valor superior al oficial para poder hacerse del material y ello se termina trasladando a las empresas, que aumentan más los costos y se vuelven cada vez menos competitivas.
«Vemos esta realidad con gran preocupación que no se visibilice al sector pesquero. Somos exportadores de más de 2000 millones de dólares, no solo es una cuestión económica sino que esta actividad se lleva a cabo con un montón de trabajadores; es la segunda actividad económica de Chubut. Me parece que si se mejoran algunas variables, como ocurrió con otras economías regionales, a nosotros nos ayudaría», observó el ejecutivo al tiempo de reconocer que la escasez de dólares complica todas las operaciones y algunos empiezan a ver como única salida real que haya un solo tipo de cambio. Una decisión política que no asoma en el discurso de ningún integrante del Gobierno.
«Es necesario que después de tantos días que han pasado el sector pesquero sea visto como una preocupación general»
«Necesitamos respuestas, pueden gustar o no, si son negativas a nosotros nos da una idea de cómo tenemos que ordenarnos y prepararnos», planteó Agustín de la Fuente, quien planteó que al sector pesquero no se va a asustar por una respuesta que no guste o una negativa. «Ya hemos surfeado una pandemia, pero tampoco podemos estar desafiando constantemente a un sector que a veces necesita una mano y una respuesta inmediata», resaltó.
«El ministro Massa tiene restricciones para otorgar a economías un dólar especial, puede haber una idea para superar estos momentos y que tengan una posición más competitiva. En ese sentido, yo digo que no estamos ajenos, no vivimos en la luna, pero nosotros todos los días ponemos en marcha una matriz que da mucho trabajo y cada vez se hace más difícil superar los costos internos e inflacionarios. Acá estamos, a la espera de respuestas. A veces somos muy pacientes y creo que es momento que nos den las respuestas que nos merecemos, hasta por respeto», concluyó De la Fuente.