El domingo pasado, la derecha chilena obtuvo una importante victoria en las elecciones de consejeros constitucionales, encargados de redactar la nueva carta magna. Con un 56,62% de los votos, obtuvieron 34 de las 50 bancas del Consejo Constitucional. La izquierda y centro izquierda obtuvieron el 37,2% de los votos, logrando 16 consejeros constitucionales. Este resultado representa una nueva derrota electoral para la izquierda después del rechazo a la constitución escrita por la anterior Convención Constituyente, que surgió del estallido social de 2019.
Con el 95,13% de las mesas escrutadas, 11.302.834 personas habían votado, lo que equivale al 74,6% del padrón electoral de 15,1 millones de personas. Sin embargo, lo que llamó la atención fue el alto número de votos nulos y blancos, que sumaron el 21,4% del total de emitidos, en una elección en la que el voto era obligatorio.

Dentro de la derecha, el gran vencedor fue el Partido Republicano, liderado por el pinochetista José Antonio Kast, obtuvo un 35,6% de los votos y estaría consiguiendo 23 consejeros constitucionales. La alianza de partidos oficialistas, Unidad para Chile, logró el 28,2% y 16 consejeros, lo que significa una derrota importante. En cambio, el grupo de partidos de centro izquierda, TPC, solo obtuvo el 9% de los votos y ningún consejero.