Chaco.- El Equipo Fiscal Especial que intenta esclarecer el la desaparición Cecilia Strzyzowski recibió el resultado de una pericia genética a un colchón y a una parrilla de cama encontrada en el allanamiento realizado por Gendarmería Nacional dos semanas atrás en la casa de la calle Oro de la familia Sena, investigada por el crimen.
La sangre encontrada en el piso de la casa de los integrantes de la familia Sena y en un colchón y una cama, arroja un 99,99 por ciento de probabilidad de que se trate de Cecilia, según los resultados de un estudio de ADN realizado en el Instituto de Medicina y Ciencias Forenses (IMCyF) de esa provincia.
De acuerdo a la pericia genética realizada en el laboratorio de Biología Molecular del IMCyF, cuatro muestras levantadas del piso de la habitación de la casa, otras dos correspondientes a la parrilla de madera de la cama y otras de tres recortes de tela de un cochón coinciden en “más de un 99,99%” con el linaje materno aportado por Gloria Romero, mamá de Cecilia.

El allanamiento en el que se secuestraron el colchón y el mueble en cuestión se produjo el 24 de junio, 22 días después de la desaparición de Cecilia. Para los investigadores, la confirmación es la prueba más importante incorporada hasta ahora en el expediente. En el procedimiento en la casa se hallaron las manchas de sangre mediante el uso del reactivo Luminol.
45 días sin saber dónde está Cecilia
Su familia la vio por última vez la noche del jueves 1 de junio, en la ciudad de Resistencia, mientras planeaba un supuesto viaje a Tierra del Fuego junto a su pareja, César Sena (19), hijo de los dirigentes sociales Emerenciano Sena (58) y Marcela Acuña (51).
Cecilia y César se conocieron a través de una aplicación de citas en junio de 2021. A fines de ese año se pusieron de novios. La relación prosperó, en septiembre del año pasado se casaron por civil. Lo hicieron a escondidas de la familia del joven de 19 años.

La familia de Cecilia tampoco estaba de acuerdo con el matrimonio. “Eran muy jóvenes y apenas se conocían”, dijo su hermana Ángela a este medio. En sintonía, su mamá, Gloria Romero, comentó: “Nunca estuve de acuerdo porque sabía que la madre de él (Marcela Acuña) no los apoyaba”.
Cuando tomó conocimiento de la unión de la pareja, Acuña le pidió a su hijo que se divorciara de Cecilia. Para ello, según declaró César ante la Justicia, la mujer le ofreció a su esposa una compensación económica, un inmueble en el Barrio Emerenciano —un lugar que es propiedad del movimiento que conduce el líder piquetero—, una suma de dinero para concretar un comercio (N.d.R: en noviembre de 2022 inauguraron un local gastronómico al que llamaron Gato Negro) y un puesto en el Ministerio de Educación.
La pareja presentó de forma conjunta una demanda de divorcio cuatro días después del casamiento: firmaron la separación a los tres meses, en diciembre de 2022.

A pesar de la desaprobación de sus padres, César decidió seguir en pareja y conviviendo. Pero su vínculo con Cecilia era inestable. “Estaban un tiempo juntos, se separaban, después se volvían a juntar”, señaló ante la prensa el ex abogado de Sena hijo, Juan Díaz. En ese marco continuaron adelante.
Cecilia era técnica en informática. A lo largo de los años se desempeñó como empleada de un call center y, según su familia, en el último tiempo trabajaba en el Centro de Salud del Barrio Emerenciano. Además, también había administrado junto a César una cafetería (Gato Negro) en el centro de Resistencia, que había abierto sus puertas en en noviembre de 2022.