El primer gol del encuentro lo marcó Leandro Guzmán en una jugada cargada de polémica, José Escurra completó el resultado y Temperley terminó con 9 futbolistas por las expulsiones de ambos zagueros centrales, Nicolás Demartini y Gastón Bojanich.
Almirante Brown se presentó con la idea de convertirse en el dueño absoluto del partido con los centrales parados bien cerca del círculo central y los laterales con rasgos de extremos.
En materia de generación, con la baja obligada de Santiago “Pomelo” Vera, el aporte de un Juan Manuel Vázquez posicionado en campo adversario para unir la línea media con los delanteros, también marcaron un indicio de la propuesta local.
Pero Temperley mostró sus credenciales a partir de la pelota parada y de esta manera se anotó de situaciones muy claras.
Sin embargo sobre el final de la etapa Almirante Brown llegó al gol con una pelota que, tras varios rebotes, empujó Leandro Guzmán, pero que dio la sensación que no ingresó en su totalidad.
Enseguida el “Gasolero” se quedó con 10 jugadores por la expulsión de Nicolás Demartini y en el arranque del segundo tiempo fue el recién ingresado Gastón Bojanich el que vio la roja y dejó a su equipo con 9.
Con el juego ya desvirtuado en todo sentido, Almirante Brown manejó a su antojo los tiempos del partido y alcanzó el segundo gol por intermedio de José Escurra.
Así la noticia que llegó un par de minutos después del pitazo final de Diego Ceballos, con el empate de Agropecuario, en Paraná, frente a Patronato, desató el carnaval que invadió a la gigante porción aurinegra de La Matanza.
Y ahora la ilusión se renueva, luego de las dos oportunidades en que estuvo saboreando primera y se quedó sin nada, la primera vez en 1972, cuando tras llevar una holgada ventaja fue superado “sobre la línea de llegada” por All Boys y 20 años más tarde, cuando otra vez parecía tener el ascenso en el bolsillo y se lo terminó birlando San Martín, de Tucumán.
Quizás ahora, y por aquello de que la tercera es la vencida, se le de a Almirante Brown, aunque de hecho Independiente Rivadavia va con las mismas aspiraciones y posibilidades de convertirse en el acompañante de Godoy Cruz como el segundo mendocino en primera división.
