La protagonista de Alien, Sigourney Weaver habló de su legendario personaje y su participación o no, en la nueva saga.
Ellen Ripley es una de las heroínas más recordadas del cine de ciencia ficción. Sigourney Weaver, la actriz que la interpretó en cuatro películas -Alien, Aliens, Alien 3 y Alien: La Resurrección- habló sobre el futuro de la saga y puso fin al misterio que ronda sobre su personaje y una supuesta aparición en la nueva aventura de terror en el universo de los Xenomorfos.
Sigourney Weaver dio vida a la Sargento Ellen Ripley por primera vez en los ’70, de la mano de Ridley Scott, y no tardó en convertirse en uno de los personajes más icónicos de la década y de la historia del celuloide. Pasadas más de cuatro décadas de la primera Alien, la actriz de 73 años dio una entrevista a Deadline donde se refirió a la posiblidad de encarnar a Ripley una vez más en alguno de los proyectos de la franquicia que están en marcha, una película para Hulu y una serie de FX.
“Hay todo tipo de actores jóvenes tomando este tipo de papel. Y había una (película) de Alien que realmente quería hacer con Neill Blomkamp y no pudimos hacer eso, pero, ya sabes, ese barco ha zarpado. Estoy muy feliz haciendo lo que estoy haciendo. ¡Pasó mi tiempo en el espacio!”, precisó la actriz dando por finalizadas sus apariciones como Ripley en la gran pantalla.
Además, habló sobre la importancia que tuvo su personaje en la iconografía feminista de la época: “Creo que Ridley tiene mucho que ver con (la longevidad de Ellen Ripley y Alien). Hicieron de Ripley una mujer, sin convertirla en esta criatura indefensa. Porque creo que tuve mucha suerte. Estos eran hombres que estaban creando este personaje femenino, pero les gustaban y respetaban a las mujeres fuertes”.

El realizador Noah Hawley trabaja en el guion de una serie basada en la clásica Alien
Según informó el sitio especializado The Hollywood Reporter, Hawley -que en este momento tiene dos posibles guiones en sus manos para este proyecto- confirmó que esta trama estará centrada en el concepto de “qué sucede cuando no se puede controlar” la multiplicación de los monstruos extraterrestres. “Las historias de aliens siempre están atrapadas, en una prisión o en una nave espacial, y me pareció que sería interesante abrirla un poco para que los desafíos y la apuesta sean más inmediatas”, explicó en una entrevista con Vanity Fair el también creador y responsable de las exitosas series Legión y Fargo.
“Las de Alien son películas de monstruos increíbles, pero no son solo eso, hablan sobre una humanidad atrapada entre un pasado primordial y parasitario y la futura inteligencia artificial, mientras ambas intentan aniquilarnos. Son seres humanos que no pueden ir ni hacia adelante ni hacia atrás, y eso me resulta muy interesante”, añadió el realizador.
Alien: el creador de la criatura
Una de las razones más contundentes para el éxito de Alien, ha sido la criatura creada por H. R. Giger, que en primera instancia, casi sin ser vista, generaba el pavor necesario para quedarse inmóvil frente a la pantalla, queriendo ver un poco más de ese escurridizo extraterrestre.

Aquel ser espantoso -al que Giger no le quiso poner ojos para que diera más miedo- y aquella escenografía alucinada de su nave extraterrestre fueron sin duda lo que en su día impresionó más de Alien, el octavo pasajero. Y creó escuela y culto de una estética vinculada a la ciencia ficción y el terror. El suizo Hans Rudolf Giger, quizás no muy tenido en cuenta en su país, influyó -para bien y para mal- en el cine, el cómic y la ilustración en todo el mundo. Su estilo nunca dejó de ser único, inconfundible, quizás incluso repetitivo, pero brillante.
Pintor -con aerógrafo, técnica en la que fue un maestro-, escultor, diseñador, las creaciones de H.R. Giger, ya sean criaturas fantásticas u objetos, están a medio camino de lo artificial y lo orgánico, lo que las hace especialmente inquietantes en el caso, por ejemplo, de un sillón (el artista suizo empezó, por cierto, como diseñador de interiores). Columnas vertebrales, costillas y calaveras se mezclan con prótesis metálicas y mecanismos incomprensibles, fálicas serpientes, diosas atroces de oscuro erotismo, formas de vida extrañas pero quizás no del todo improbables…, un conjunto que a veces -como en su cuadro más célebre, Li II- se podría asociar a una forma moderna de los bajorrelieves aztecas más terribles. El universo de Giger está poblado de seres “biomecánicos”, según su propia definición.

Antes de Alien, Giger ya hacía este tipo de cosas, desde luego. En 1973 produjo una extraordinaria guarda desplegable para el disco Brain Salad Surgery, de los sinfónicos Emerson, Lake & Palmer, una portada de esas que se recuerdan (aunque se echaría a perder en las reediciones del vinilo). Giger se estaba dando a conocer mundialmente. Las portadas de discos serían una de sus muchas actividades.
Apenas un par de años después, el suizo aterrizaba en Cadaqués para ver a Salvador Dalí, uno de sus artistas más admirados junto con El Bosco. El motivo, según explicó Giger, fue que Dalí había enseñado sus ilustraciones a otro creador inclasificable, el chileno Alejandro Jodorowsky.

Un grupo de artistas muy inspirados se estaba formando para llevar al cine la novela fantástica de Frank Herbert Dune: Jodorowsky, como director; un experto en ciencia ficción, Dan O’Bannon, como guionista; el gran dibujante Jean Giraud Moebius como diseñador, y nada menos Orson Welles, Mick Jagger y el propio Salvador Dalí como hipotéticos actores entre un reparto estelar. A Giger se le encargó diseñar todo lo que tenía que ver con el mundo de los Harkonnen, los malos de la historia.
Pero el proyecto no salió adelante. Años después, el productor Dino de Laurentiis lo retomó, encargándoselo a David Lynch, que no empezaría a rodar hasta 1983. Para entonces, Dan O’Bannon y H.R. Giger, que se quedaron sin poder hacer Dune, se habían embarcado en otra aventura, Alien: O’Bannon como guionista y Giger como uno de los diseñadores de efectos visuales. Ambos ganaron un Oscar en 1980. Ridley Scott le dio total libertad a Giger -que trabajó en el monstruo con Carlo Rambaldi- pero el resultado final, según el artista, se vio limitado por falta de presupuesto, sobre todo en la construcción de la increíble nave extraterrestre, que no quedó del todo “orgánica” como él quería. “Ridley tuvo que utilizar mucho humo” para disimular detalles, explicó.

H. R. Giger no tuvo mayor suerte en el cine a partir de entonces. James Cameron no le quiso para Alien, el regreso, y quizás su único trabajo destacable no llegaría hasta 1995 con Species. En el 2012, volvió a colaborar brevemente con Ridley Scott para Prometheus, una precuela de Alien, realizando un mural para las primeras secuencias del filme.
Giger siguió pintando, esculpiendo y diseñando en su abigarrado estudio. Decía gustarle la oscuridad, y afirmaba que sus fantasías artísticas procedían de sus sueños. “El paraíso para mí es el infierno”, bromeaba. Ayer falleció en Zurich a consecuencia de una mala caída, a los 74 años. Desde 1998 existe en Gruyères un museo dedicado a su obra.